En el Bosque, desde que somos bebés, nos ayudan a desarrollar una imagen positiva de nosotros/as mismos/as partiendo de lo que los niños/as somos y nunca de lo que hacemos. Dejan que nos desarrollemos a nuestro propio ritmo respetando nuestro nivel madurativo. Nos enseñan a mantener una elevada autoestima, lo que nos ayuda a ser positivos, sociables, comunicativos, creativos… y poco a poco más participativos/as y alegres porque nos divertimos jugando a aprender. Para ayudarnos a hacernos ‘mayores’ estimulan nuestra autonomía facilitándonos recursos para fomentar nuestra propia iniciativa y curiosidad por aprender. Todo el equipo educativo realiza un seguimiento individualizado de nuestro proceso de aprendizaje y desarrollo e informan trimestralmente a nuestras familias de los objetivos que vamos superando.